Asesinaban porque no les regalaban comida o porque se negaban a avisar que venía la policía

Al verse solo, el Chaneque, un prófugo de la justica, decidió huir a la montaña. Así pasó durante los últimos tres meses, desde que murieron sus cómplices, combinando su fuga entre el monte y, ocasionalmente, su casa.

De esa forma se mantuvo hasta esta madrugada de jueves 25 de mayo, cuando una patrulla de la Fuerza Especializada de Reacción de El Salvador (FES) lo sorprendió llegando a su vivienda, en el caserío El Coco, cantón San Juan, municipio de Tacuba, departamento de Ahuachapán, en la zona occidental del país.

Sin poder desenfundar el arma que siempre portaba, debió, impotente, extender los brazos para ser esposado y trasladado por la patrulla al puesto de la Policía de Tacuba, y dejarlo en manos del juzgado respectivo, pues contra el pesan sendas órdenes judiciales por homicidio agravado y homicidio agravado en grado de tentativa.

Alexander Rumaldo Salazar (22), junto con Willian Frais Hernández, alias Spectrum, y Noé Amílcar López Lázaro, alias La Curra, entre otros hechos, asesinaron el año pasado, en dos casos distintos, a dos pobladores, uno de un hombre de 70 años de edad, a quienes exigían alimentación y, además, la vigilancia de la patrulla de la FES que se desplazaba por la zona, en su búsqueda. Ante la negativa de los habitantes decidieron darles muerte a tiros.

Los cómplices de Salazar eran dos peligrosos integrantes de la pandilla MS que portaban fusiles M16 y abundantes cargadores y munición. Su cabecilla Frais contaba con instrucción militar como comando antiterrorista, y tenía en su contra diversas órdenes judiciales de captura por graves delitos. Frais y López murieron durante un ataque a la FES en febrero pasado en las afueras de Tacuba, en las cercanías donde hoy fue arrestado Rumaldo.

Esta detención representa un golpe contundente a la clica que mantenía atemorizados a los pobladores de los cantones y sus alrededores.

(Redacción FES-PNC)