A sus 65 años, Polanco, de origen guatemalteco, le gustaba olvidar las penas, empinándose con frecuencia una botella de licor, tras las arduas jornadas de trabajo. Hasta ahí todo era corriente. Lo malo era que cuando el chapín, como le llamaban, bebía alcohol ser tornaba violento.

Por eso anoche, cuando Lindo, un joven de nacionalidad nicaragüense, y quien salió de su tierra natal siendo todavía un adolescente, se dio cuenta que su sexagenario compañero andaba ebrio, se fue a encerrar a su cuarto para evitar problemas y poder dormir, pues hoy le esperaba un afanoso día.

Pero el joven no contaba con que Balbino llegaría a su cuarto a buscarlo a eso de las 7, y tras un breve cruce de palabas y sin que mediara motivo alguno, le asestó dos disparos con una pistola calibre 40 que le quitaron la vida al instante al humilde trabajador.

Tras el asesinato, personas particulares que presenciaron el hecho, alertaron a los agentes de la PNC de El Paísnal, que a su vez pidió el apoyo a una patrulla de la Fuerza Especializada de Reacción de El Salvador (FES), que se mantiene en la zona en busca de prófugos de la justicia, y de inmediato se dirigió al lugar.

Al llegar al corral, los integrantes de la FES encontraron a Polanco encerrado en otro cuarto que utiliza como dormitorio, de una casa que está ubicad dentro del predio, y lo conminaron a salir y entregarse a la justicia, tal como ordena el código de seguridad, a lo que se negó rotundamente.

Por varios minutos la unidad élite trato de convencer al guatemalteco que lo mejor era salir y ponerse en manos de la justicia, pero tras unos instantes escucharon una detonación que provenía del interior de la habitación.

Tras escuchar el impacto, con precaución el equipo ingresó a la casa, encontrando dentro del cuarto el cadáver de Balbino con un disparo en la boca y a un lado el arma con la que se quitó la vida y la de su viejo compañero.

Las autoridades forenses reconocieron los cuerpos sin vida. Posteriormente serán entregados a sus respectivas familias.

Redacción FES PNC