Las dispares vidas de los otros hijos de Fidel Castro

Fidel Castro Díaz-Balart tenía cinco hermanastros y una hermanastra, al menos reconocidos

La sorpresiva muerte de Fidel Castro Díaz-Balart, ‘Fidelito’, hijo mayor de Fidel Castro, que se suicidó después de meses de tratamiento de una depresión, deja al descubierto los dispares destinos de los hijos del padre de la Revolución Cubana —fallecido en 2016—, quien a lo largo de su vida se casó dos veces y tuvo al menos otros seis hijos, aunque son numerosas las conquistas y vástagos que se le atribuyen.

Castro Díaz-Balart, nacido el 1 de septiembre de 1949, en La Habana, fue el único hijo de Fidel Castro con su primera esposa, Mirta Díaz-Balart, una joven de una familia acomodada de La Habana, de la que se divorció en 1955. Fue entonces cuando comenzó la disputa por la custodia del pequeño Fidel. Mirta se llevó al niño a Estados Unidos, pero Castro no quería que su hijo tuviera contacto con la familia materna. Su cuñado, Rafael Díaz-Balart era funcionario del Gobierno de Fulgencio Batista (que derrocaron los Castro en 1959), cuyos hijos Mario y Lincoln, llegaron a ser congresistas y representaron a la disidencia cubana.

“No puedo quererlo; hay mucha gente maltratada por él. Y además, el cariño es hábito y yo apenas lo traté", dijo Alina Fernández

Finalmente, Castro obtuvo la custodia del pequeño Fidel y su madre rehízo su vida en España. No obstante, la relación padre hijo no fue siempre fue buena. Fidelito, doctor en Ciencias, ocupó el cargo de secretario ejecutivo de la Comisión de Asuntos Nucleares desde 1983 hasta 1992, cuando fue destituido por su padre que lo acusó de no haber sido eficiente en el ejercicio de sus funciones. Durante su vida publicó varios libros y, aunque no ha tenido tanta presencia como alguno de los hijos de Raúl Castro, actualmente era asesor científico del Consejo de Estado y vicepresidente de la Academia de Ciencias de Cuba.

Alina Fernández, la hija díscola

De las numerosas relaciones extramatrimoniales que se le atribuyen a Fidel Castro, la más conocida es la que mantuvo con Natalia Revuelta, una mujer casada que defendió la revolución. Fruto de esa relación nació en 1956 Alina Fernández, quien según sus palabras nunca consideró a Castro un familiar, sino alguien que ocupaba un puesto político.

Casada con Francisco Salgado, un bailarín del Ballet Nacional de Cuba discípulo de Alicia Alonso, con el que tuvo una hija, Fernández huyó de Cuba en 1993 utilizando un pasaporte español y disfrazada para no ser reconocida. Entonces tenía 37 años y viajó a Madrid para volar con posterioridad a Estados Unidos, donde le concedieron asilo político. “No puedo quererlo; hay mucha gente maltratada por él. Y además, el cariño es hábito y yo apenas lo traté", dijo en entrevistas posteriores.