La operación de evacuación de doce niños y su entrenador de fútbol, atrapados en una cueva inundada de Tailandia desde hace 15 días comenzó este domingo con el rescate de cuatro de ellos, mientras que los otros seguirán en un gota a gota angustiante para las familias.
“Dos niños salieron de la cueva. Otros dos saldrán dentro de poco”, dijo a la AFP Kongcheep Tantrawanit, portavoz del ministerio de Defensa.
Poco antes, el ministerio anunció que cuatro chicos habían llegado a la tercera cámara, donde se encuentra la base de socorro.
“Cuatro chicos alcanzaron la tercera cámara”, donde se encuentra la base de socorro, y “podrán salir a pie”, anunció a la AFP Kongcheep Tantrawanit, portavoz del ministerio.
“Los niños están preparados para afrontar todos los desafíos”, había declarado Narongsak Osottanakorn, jefe de la célula de crisis, en el momento de lanzar el operativo.
Los niños “saldrán uno por uno, eso durará dos o tres días”, precisó por su parte Chalongchai Chaiyakorn, uno de los responsables de la célula de crisis.
En la operación participan “trece especialistas de nivel mundial llegados de países con experiencia” en espeleología que ya se dirigen hacia el lugar donde están los chicos, agregó Ossottanakorn.
De momento, un buzo experimentado necesita once horas para un trayecto de ida y vuelta hasta los niños, seis de ida y cinco de vuelta, gracias a la corriente.
El recorrido hasta la zona en la que están bloqueados es de varios kilómetros y tiene algunos tramos angostos y otros que se tienen que realizar bajo el agua.
La muerte de un exbuzo de la marina tailandesa el viernes durante una operación de abastecimiento ilustró el nivel de riesgo del trayecto.
Además, una buena parte de los niños, de entre 11 y 16 años, no saben nadar y ninguno ha practicado submarinismo.