El presidente Donald Trump ordenó un ataque aéreo en el Aeropuerto Internacional de Bagdad que mató a Qasem Soleimani, un comandante militar iraní clave, en una "acción defensiva decisiva para proteger al personal estadounidense en el extranjero" que tenía la intención de disuadir sobre "futuros planes de ataque iraní", según confirmó el Pentágono el jueves.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ordenó un ataque aéreo en el Aeropuerto Internacional de Bagdad que mató a Qasem Soleimani, un comandante militar iraní clave, en una “acción defensiva decisiva para proteger al personal estadounidense en el extranjero” que tenía la intención de disuadir “futuros planes de ataques iraníes”, según confirmó el Pentágono el jueves.
Qasem Soleimani, comandante de la Fuerza Quds, un cuerpo de élite de la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán (IRGC, por sus siglas en inglés), y Abu Mahdi al-Muhandis, el jefe adjunto de las Fuerzas de Movilización Popular Iraquí (PMF) respaldadas por Irán, estuvieron entre los muertos en el ataque en el Aeropuerto Internacional de Bagdad, el viernes por la mañana, hora local, según un comunicado del PMF, que dijo que ambos “fue martirizados por un ataque estadounidense”.
El Ejército iraquí dijo que tres cohetes fueron disparados en el aeropuerto, y el número total de personas muertas no está claro.
Formadas en 2014 para luchar contra ISIS, las PMF son una fuerza paramilitar chiíta integrada por antiguas milicias con estrechos vínculos con Irán. Fueron reconocidas bajo una ley iraquí de 2016 como una fuerza militar independiente que responde directamente al primer ministro.
Soleimani y su Fuerza Quds fueron responsables de la muerte de cientos de miembros del servicio de la coalición y estadounidenses, y de las heridas de miles más, agregó el Pentágono. El Pentágono también culpó a Soleimani de organizar ataques en bases de la coalición militar en Iraq en los últimos meses, incluido un ataque el 27 de diciembre, que culminó además con la muerte de un contratista estadounidense y personal iraquí.
Soleimani fue venerado en Irán, donde se han declarado tres días de duelo nacional. En un mensaje publicado en su sitio web oficial, el líder supremo del país, el ayatolá Ali Khamenei, prometió venganza por el asesinato, diciendo que “una fuerte venganza espera a los criminales” involucrados.
Khamenei advirtió que la lucha continuaría y agregó que durante años había sido el deseo de Soleimani convertirse en mártir.
“Su sangre pura fue derramada en manos de los seres humanos más depravados”, dijo Khamenei.
En un tuit, el ministro de Relaciones Exteriores de Irán, Javad Zarif, describió el ataque estadounidense como un “acto de terrorismo internacional”, y agregó que fue una “escalada extremadamente peligrosa y tonta”. Estados Unidos tiene la responsabilidad de todas las consecuencias de su pícara aventura”.