La Guardia Costera de Estados Unidos anunció ayer el inesperado descubrimiento de lo que podrían ser restos humanos entre los escombros del Titán, el sumergible que albergaba a cinco tripulantes durante una expedición a los restos del Titanic. La noticia, impensable hasta hace pocos días, ha sumido en un lúgubre silencio a toda la comunidad internacional.

Los restos, hallados entre los despojos del sumergible, serán examinados por profesionales médicos en Estados Unidos, según informa un comunicado de la Guardia Costera. Este sombrío hallazgo ocurre apenas unos días después de que las autoridades y la empresa operadora del submarino, OceanGate Expeditions, confirmaran la muerte de sus cinco ocupantes: el piloto Stockton Rush y cuatro aventureros que pagaron 250 mil dólares por cabeza para formar parte de esta expedición única y arriesgada.

Según el capitán Jason Neubauer, jefe de la MBI, la evidencia recuperada será de “crítica” importancia para los investigadores de “varias jurisdicciones” que indagan la causa de la tragedia. Sin embargo, ha enfatizado que el trabajo aún no ha concluido. “Todavía queda una cantidad sustancial de trabajo por hacer para comprender los factores que llevaron a la pérdida catastrófica del Titán y ayudar a garantizar que una tragedia similar no vuelva a ocurrir”, declaró Neubauer.