Un espeluznante suceso ha conmocionado a Egipto cuando Hanaa Mohamed Hassan, una joven de 29 años, cometió un horrendo crimen en el que acabó con la vida de su propio hijo de 5 años, Youssef. Este trágico acto fue seguido por un comportamiento caníbal, donde Hassan llegó a cocinar y consumir partes del cuerpo de su hijo, incluyendo su cabeza. Este perturbador incidente ha llegado a su veredicto final después de un juicio en el que se ha evaluado la salud mental de la acusada.
El veredicto, anunciado recientemente, determi nó que Hassan no puede ser declarada culpable en los términos habituales debido a sus condiciones mentales extremadamente perturbadas. Por lo tanto, en lugar de enfrentar una condena en prisión, se ordenó su internamiento en una unidad psiquiátrica. El trágico episodio fue descubierto cuando un tío del niño encontró partes del cuerpo de Youssef en un cubo de basura en la casa familiar. Inmediatamente, dio aviso a las autoridades, lo que llevó a la detención de Hassan como la responsable del asesinato y la posterior desmembración del cadáver.
Durante el interrogatorio, Hassan admitió haber cometido el acto atroz porque "quería estar con él para siempre". La secuencia de eventos fue aún más espeluznante cuando se reveló que después de matar a su hijo, lo desmembró en el baño y procedió a cocinar algunas partes de su cuerpo en una estufa antes de consumirlas. Los fiscales argumentaron que Hassan cometió el asesinato por temor a perder la custodia de Youssef, ya que su exmarido había solicitado la custodia del niño. Antes de que se emitiera el veredicto del tribunal, esta solicitud ya había sido concedida.
Inicialmente, un informe psiquiátrico indicó que Hassan era completamente responsable de sus acciones y que el crimen había sido premeditado, ya que se descubrió que había adquirido un garrote y un machete para llevar a cabo el acto. Sin embargo, una evaluación más exhaustiva reveló el grave estado mental de Hassan, que padecía trastornos de percepción y juicio. Los expertos concluyeron que estaba en un estado de delirio y no era plenamente consciente de la gravedad de sus acciones.