La compañía estadounidense SpaceX del magnate Elon Musk se ha anotado un nuevo éxito espacial. Su poderoso cohete Falcon Heavy, el más potente del planeta, ha realizado su primera misión comercial, consistente en poner en órbita un satélite de comunicaciones árabe, el Arabsat 6A.
El cohete operativo más potente del planeta despegó a las 6.35 de la tarde, hora local (22.35 GMT) desde la histórica plataforma 39A del Centro Espacial Kennedy, la misma del lanzamiento de las misiones lunares del programa Apolo, y logró recuperar por primera vez los tres cohetes Falcon 9 que componen el artefacto.
Menos de ocho minutos después de despegar, los dos propulsores laterales retornaron a tierra en una explanada de la Fuerza Aérea estadounidense en el complejo de Cabo Cañaveral, mientras que el central hizo lo propio un minuto después en una plataforma colocada en el Océano Atlántico.
El aterrizaje de los tres propulsores supone un nuevo peldaño en la trayectoria de la firma, propiedad del magnate Elon Musk, que tiene como política reutilizar los cohetes a fin de reducir el costo de los viajes espaciales.