Un artículo de The New York Times publicado este martes señala a Donald Trumpcomo artífice de parte de las estratagemas fiscales con las que ayudó a su padre, el constructor Fred Trump, a evadir impuestos en los años noventa. Una de las maniobras consistió en la creación de empresas falsas junto a sus hermanos.
Citando una amplia investigación sobre más de 100.000 documentos fiscales y judiciales, entre otros, correspondientes a varias décadas, el rotativo cifra en 413 millones de dólares (en valor actual, 356 millones de euros) la cantidad de dinero que el republicano recibió de su progenitor a lo largo de su vida.
Charles J. Harder, abogado de Donald Trump, envió un comunicado al Timesrecalcando que las acusaciones de "fraude y evasión fiscal son falsas al 100%". El republicano causó revuelo durante la campaña electoral de 2016 al no hacer pública su declaración de la renta, como suelen hacer los candidatos presidenciales, lo que agravó las suspicacias sobre sus prácticas empresariales y fiscales.
Trump nació ya rico. Su padre era un adinerado promotor inmobiliario que comenzó construyendo viviendas en Queens y en Brooklyn y la primera andadura del mandatario en el mundo de los negocios tuvo lugar en las empresas de su padre. El hijo, fascinado por el lujo neoyorquino, dio el salto a Manhattan y comenzó a impulsar rascacielos con su nombre. Y en aquella época, tanto el hoy presidente como sus hermanos siguieron recibiendo dinero de los progenitores.
Según el Times, Fred y Mary Trump transfirieron en total a sus vástagos más de 1.000 millones de dólares que, con los impuestos a donaciones y herencia del 55%, hubiesen supuesto 550 millones de dólares para el fisco, pero solo pagaron 52,2 millones (sobre el 5%).
Si los padres eran generosos, la investigación del Times muestra que el republicano también echaba una mano en lo que podía. Mucho del dinero recibido llegó a sus manos porque estaba ayudando a evadir impuestos. Creó junto a sus hermanos empresas falsas para ocultar estas donaciones y ayudó a su padre a obtener deducciones fiscales millonarias ilegales. También, según el artículo, colaboró con sus progenitores en diseñar una estrategia para depreciar las propiedades inmobiliarias de forma de que lograse un considerable ahorro en impuestos.
La Casa Blanca insistió este martes a través de su portavoz, Sarah Sanders, en que Trump comenzó su imperio con un préstamo de un millón de dólares de su padre que el hoy presidente devolvió. Ahora, afirmó, su fortuna alcanza los 10.000 millones, si bien unas valoraciones de Bloomberg lo reducen a 2.800 millones. Si ese primer millón prestado del que habla Trump se hubiese invertido en el índice S&P de la Bolsa de Nueva York, el botín sumaría 1.960 millones.