Esta es una historia real que sucedió hace un tiempo en El Salvador vale la pena leerla:
Un fin de semana, Manuel preparó su ropa para salir a trabajar al campo; esa madrugada como de costumbre a las tres de la mañana, pero esa mañana todo cambiaría...
Minutos más tarde y recorriendo el estrecho camino entre potreros y ríos caminó sin saber que no sería un día más de trabajo, sino el último de su vida. Para pasar por los territorios tomados por las pandillas es necesario pagar una cuota diaria de entre cincuenta y setenta y cinco centavos de dólar; la cuál ese preciso día don Manuel no tenía y le costó su vida, dos balas cruzaron su cuerpo una en la frente y otra en el pecho.
Hoy es uno más de los casi cuarenta y cinco homicidios del fin de semana, una cifra que no disminuye ni en los días santos, una realidad que ya se cuenta poco en las noticias, y en la que el gobierno parece tener las manos atadas, sin dar mas respuestas que el silencio.
De ese silencio, de ese llanto o grito desesperado nace la oración de muchos que hoy clamamos por un cambio, por un cambio divino en El Salvador.
Comparto con ustedes esta fotografía, en ella el llanto del niño se mezcla con las aguas del río; eso lo dice todo y como siempre en silencio en un país donde si eres familiar del muerto o vecino está prohibido hablar.
''Niño lava las botas de su padre asesinado por pandilleros un río del cantón Soledad del Municipio Monte San Juan, en Cuscatlán''
COMPARTELO para que el silencio se haga voz...
Redactor: anónimo